Hubiésemos sido felices haciendo
la luna azul y el cielo de rosa,
extendiendo nuestras manos para tocarlos
porque todo era posible para el amor.
Cuando tú no llorabas, cuando yo sonreía
cuando la vida cantaba y el amor nos cubría.
Hubiésemos visto nacer
el más hermoso de los capullos
pero la amargura lo marchitó
y dejamos que callera sin ser flor.
No aprendimos a apartar
lo amargo de la vida
a sacar el néctar de la flor.
Dejamos perder… nuestro gran amor.
1990
la luna azul y el cielo de rosa,
extendiendo nuestras manos para tocarlos
porque todo era posible para el amor.
Cuando tú no llorabas, cuando yo sonreía
cuando la vida cantaba y el amor nos cubría.
Hubiésemos visto nacer
el más hermoso de los capullos
pero la amargura lo marchitó
y dejamos que callera sin ser flor.
No aprendimos a apartar
lo amargo de la vida
a sacar el néctar de la flor.
Dejamos perder… nuestro gran amor.
1990
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